la Inmaculada no se refiere ni a la sexualidad, ni a la virginidad, ni a la pureza sin mancha alguna. Esta prerrogativa de María, la madre de Jesús, se discutió, se elaboró y se definió en un tiempo en el que no se sabía lo que hoy sabemos con sobrada certeza sobre los orígenes de la humanidad y sobre todo lo que gira en torno a la idea del “pecado original”. Ocurre en esto algo que se puede comparar con lo que pasaba cuando la Iglesia condenó a Galileo. Hoy, la Iglesia no lo condenaría porque los conocimientos científicos no lo permiten. Pues algo parecido se puede (y se debe) decir de los orígenes de la humanidad y de la explicación que se le ha dado al llamado “pecado original”. Por eso, para ilustrar nuestra fe y nuestra devoción a María, resulta necesario hacer una re-lectura de lo que queremos decir cuando afirmamos que la Madre de Jesús fue “inmaculada”, es decir, “sin-mácula” o sea “sin-macha”.
José Maria Castillo
José Maria Castillo
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